Salsa Macha
La salsa macha es una salsa icónica de la cocina mexicana, famosa por su textura única y su sabor complejo. Hecha a base de chiles secos fritos en aceite con especias y semillas, es ideal para acompañar tacos, carnes asadas, quesos, o para darle un toque especial a cualquier platillo. A diferencia de otras salsas, la salsa macha no es excesivamente picante, sino que resalta el sabor de los chile y las semillas.
Ingredientes
1 taza de aceite vegetal, de canola o de oliva suave
1/2 taza de chile de árbol seco
1/2 taza de chile ancho seco, sin semillas y venas
1/4 taza de cacahuates
1/4 taza de semillas de ajonjolí (sésamo)
4 dientes de ajo, pelados
1/2 cucharadita de sal
Instrucciones
Prepara los chiles: Limpia los chiles de árbol y los chiles anchos, retira las semillas y las venas.
Fríe los chiles y el ajo: En un sartén o cacerola pequeña, calienta el aceite a fuego bajo. Añade los chiles y los ajos. Fríelos lentamente, moviendo constantemente para evitar que se quemen, hasta que estén crujientes y los ajos dorados (aproximadamente 3-5 minutos).
Fríe las semillas: Retira los chiles y los ajos del aceite con una cuchara ranurada. Añade los cacahuates y el ajonjolí al mismo aceite. Fríelos hasta que estén ligeramente dorados.
Licúa los ingredientes: En una licuadora, coloca los chiles fritos, el ajo, los cacahuates y el ajonjolí. Vierte el aceite caliente sobre los ingredientes en la licuadora (con cuidado). Agrega la sal.
Procesa la salsa: Licúa la mezcla en pulsos cortos. La salsa macha debe tener una textura con trozos, no debe ser una pasta completamente molida. La idea es que los ingredientes se trituren, pero mantengan su forma.
Almacena: Vierte la salsa en un frasco de vidrio esterilizado. Asegúrate de que los chiles y las semillas queden completamente cubiertos por el aceite para una mejor conservación. La salsa macha puede durar varios meses en un lugar fresco y oscuro.
¡Disfruta de esta deliciosa y versátil salsa!