Enchiladas Potosinas con un Toque Práctico
Las enchiladas potosinas son un deleite culinario del corazón de México, famosas por sus tortillas rojas, ligeramente picantes y rellenas de queso, que se disfrutan a cualquier hora. Tradicionalmente hechas con masa fresca, esta versión te acerca su auténtico sabor con un giro práctico y nutritivo: la adición de verduras variadas, que simplifica su preparación sin sacrificar el gusto. Prepárate para llevar a tu mesa un platillo lleno de color y tradición, perfecto para un desayuno, almuerzo o cena especial.
Ingredientes:
Para la salsa:
1/4 de taza de chile guajillo, desvenados y sin semillas
1/4 de cebolla blanca
1 diente de ajo
1/4 de taza de agua (o un poco más si es necesario)
Sal al gusto
Para el Relleno:
200 g de queso fresco o añejo desmoronado (o una mezcla al gusto)
1 lata (220g) de Ensalada de legumbres (zanahoria, chícharo, papa,ejote), escurridas
1/4 de cebolla blanca, finamente picada
1 chile serrano o jalapeño, finamente picado (opcional, para un toque picante)
Sal y pimienta al gusto
Para Freír y Servir:
Aceite vegetal (el necesario para freír)
Crema ácida al gusto
Queso fresco desmoronado extra para espolvorear
Lechuga picada (opcional, para decorar)
10 tortillas de maíz (preferentemente pequeñas, para enchiladas)
Preparación:
Prepara el adobo para las tortillas:
Hidrata los chiles guajillo en agua caliente por 15-20 minutos, hasta que estén suaves.
Licúa los chiles hidratados con la cebolla, el ajo, el 1/4 de taza de agua y una pizca de sal hasta obtener una salsa tersa y sin grumos. Si es necesario, agrega un poco más de agua para que la mezcla no esté tan espesa. Cuela la salsa para eliminar cualquier residuo.
Prepara el relleno:
En un bol, mezcla el queso desmoronado con la lata de legumbres bien escurrida, la cebolla finamente picada y el chile serrano (si lo usas). Sazona con sal y pimienta al gusto.
Tiñe las tortillas:
Pasa cada tortilla rápidamente por el adobo de chile guajillo, asegurándote de que se cubra bien. No las dejes remojar mucho para que no se deshagan.
Fríe las tortillas:
En una sartén a fuego medio, calienta suficiente aceite vegetal (aproximadamente 1 cm de profundidad).
Fríe cada tortilla aderezada por ambos lados, solo por unos segundos, hasta que estén suaves y ligeramente doradas. No las frías hasta que estén crujientes, deben quedar flexibles. Retira y colócalas sobre papel absorbente para quitar el exceso de grasa.
Rellena las enchiladas:
Rellena cada tortilla con una porción generosa de la mezcla de queso y verduras. Dóblalas por la mitad o enróllalas.
Sirve:
Sirve las enchiladas calientes, bañadas con un poco de crema ácida y espolvoreadas con queso fresco adicional. Puedes acompañar con lechuga picada si deseas.